jueves, 5 de octubre de 2017

Efemérides del 5 de octubre


El 5 de octubre de 1868 la Junta Revolucionaria que había asumido el control del Ayuntamiento de Borja, tras la revolución denominada “La Gloriosa”, tomó el acuerdo de nombrar “Hijo Adoptivo de Borja” a D. Luis Blanc y Navarro, siendo la primera vez que se adoptó esa decisión.
Este personaje que algunos confunden con el escritor francés Louis Blanc había nacido en Barbastro en 1834 y era hijo de un modesto confitero que murió defendiendo sus ideas liberales. A pesar de que el joven Luis dio muestras de una indudable inteligencia, los escasos recursos familiares le impidieron cursar estudios. A los 19 años de trasladó a Madrid para trabajar como amanuense de una familia distinguida, pero sus inquietudes políticas le hicieron entrar en contacto con los círculos más avanzados de la capital, afiliándose a una sociedad secreta. Participó activamente en la revolución de 1854, como teniente de una de las compañías de los batallones ciudadanos que se constituyeron.
Su entusiasmo revolucionario quedó patente en todos los lugares en los que residió. Al trasladarse a Barcelona, por asuntos familiares, no dudo en participar en los sucesos de julio de 1856, resultando herido en un enfrentamiento con las fuerzas del orden. De regreso a Madrid, entró a formar parte de otra sociedad secreta, de ideología carbonaria, llamada “La Razón”, de la que fue elegido Presidente.


Por aquellos años comenzó a demostrar su capacidad como escritor, publicando su primer libro de poesías y varias obras de teatro. Dejó constancia, asimismo, de sus recursos como orador de verbo incendiario y de su interés por la cultura de las clases populares. Fundó el “Casino Popular”, convertido pronto en un centro de agitación revolucionaria. Tomó parte activa en los sucesos de 1866, siendo herido de nuevo durante la sublevación del cuartel de San Gil. Condenado a muerte, se refugió en Borja que, en aquellos momentos, era también un foco de intensa actividad revolucionaria. Regresó clandestinamente a Madrid para hacerse cargo de la presidencia de la Junta Revolucionario allí constituida. Sus actividades políticas y sus artículos en algunos periódicos como El puñal y la espada o La Revolución, despertaron en interés de la Policía, siendo detenido en enero de 1867. Le fue conmutada la pena de muerte que pesaba sobre él, por la de 16 años de prisión, siendo enviado al penal de Cartagena, donde salió en libertad 18 meses después.



Volvió otra vez a Borja, retirándose en el Santuario de Misericordia, donde le sorprendió la revolución de 1868, uniéndose a sus correligionarios para proclamas la Soberanía Nacional en nuestra ciudad. Constituida una Junta Revolucionaria, bajo la presidencia del entonces coronel D. José Díaz Ilarraza, le ofrecieron la Presidencia de Honor, iniciando un recorrido triunfal por distintas localidades del partido, hasta llegar a Zaragoza, donde fue elegido Presidente del Comité Republicano.

En las elecciones celebradas en 1869 salió elegido Diputado por las circunscripciones de Zaragoza y Barbastro, optando por el acta de Barbastro, por ser su ciudad natal. Fue reelegido en todas las consultas electorales convocadas hasta la Restauración, formando parte de la minoría que encabezaba Figueras, desarrollando una intensa actividad parlamentaria. Durante la I República sus exaltadas convicciones le llevaron a encabezar una sublevación en Barbastro, encaminada a proclamar el cantón de Aragón. Tras la coronación de Alfonso XII se retiró de la política y recorrió España al frente de una compañía infantil, con el fin de difundir sus ideales entre los más jóvenes. Falleció en La Almunia de Doña Godina en 1887. El Centro de Estudios Borjanos ha ido reuniendo las obras que publicó este primer “Hijo Adoptivo” de nuestra ciudad.



         El 5 de octubre de 1898 nació en Zaragoza D. José Camón Aznar, cuya madre Dª. Celestina Aznar Tapia era natural de Tabuenca, localidad en la que la familia Aznar, de noble estirpe, se encontraba establecida desde tiempo inmemorial. Allí se conocieron sus padres, en el transcurso de unas fiestas y, tras contraer matrimonio, fijaron su residencia en Zaragoza, dado que el padre, natural de Caspe, ejercía como procurador en la Audiencia Provincial. Sin embargo, el pequeño José visitaba Tabuenca durante los veranos y allí permaneció una larga temporada con su abuela, restableciéndose de un grave enfermedad.
         Tras cursar el Bachillerato, quiso matricularse en la Facultad de Filosofía y Letras, pero su padre intento orientarle hacia el mundo del Derecho. Su capacidad intelectual le permitió cursar simultáneamente las dos carreras y, además, con su dominio del alemán, tradujo durante esos años varias obras de Arte.
         En 1927, con tan solo 28 años de edad, obtuvo la cátedra de Teoría de las Artes y las Letras en la universidad de Salamanca y, en 1933, la de Historia del Arte en la de Zaragoza. Finalmente, en 1942, ganó por oposición la cátedra de Historia del Arte Medieval de la Universidad Central, en la que permaneció hasta su jubilación en 1968. Se da la circunstancia de que llegó a ser Decano de las tres facultades en las que ejerció la docencia.
         Miembro de las Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de la Real Academia de la Historia y de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, también fue propuesto en 1969 para la Real Academia Española. Fue también Académico Correspondiente de la de Bellas Artes de San Jorge de Barcelona, de la de San Carlos de Valencia y de la de Bellas Artes de Lisboa, así como Académico de Honor de la de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza.
         Autor de numerosas obras y artículos, fue fundador y director hasta su muerte de dos importantes publicaciones, la Revista de Ideas Estéticas del CSIC y la revista Goya de la Fundación Lázaro Galdiano de la que fue Director. Patrono de varios centros culturales de primera línea, en 1956 obtuvo el Premio Nacional de Literatura, en su modalidad de Ensayo con su obra Picasso y el cubismo; y en 1972 le concedieron el Premio Nacional Séneca por su obra teatral Ariadna.
         Con su colección de obras de Arte creó en Zaragoza el museo que, hasta hace poco, llevó su nombre, siendo honrado con el título de “Hijo Predilecto y Meritísimo de la ciudad de Zaragoza”. Por su parte, Tabuenca le concedió el de “Hijo Adoptivo” y dio su nombre al Grupo Escolar. En ambas ocasiones visitó la localidad, con la que siempre colaboró, intentando dar solución algunos de sus problemas.
El 18 de octubre de 1971 fue nombrado Procurador en Cortes, en representación de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Falleció en Madrid el 14 de mayo de 1979.

El Centro de Estudios Borjanos que ha reunido muchas de sus obras, publicó en 2003 un texto suyo inédito, el prólogo a la Historia de Tabuenca del Dr. D. Pedro de Pablo Aparicio.



         El 5 de octubre de 1934 murió en Mallén el Cabo de la Guardia Civil D. Vicente Revilla Rodríguez. Había nacido en Arellanosa de Muñoz (Burgos) en 1885 y estaba casado con Dª. Leocadia González González, siendo padre de seis hijos. Estaba destinado en Tudela cuando se inició el movimiento insurreccional de 1934, provocado por un levantamiento del partido socialista. Aunque los incidentes más graves tuvieron lugar en Asturias, la rebelión también alcanzó a nuestra comarca, especialmente a Mallén, donde los miembros de la UGT, proclamaron el comunismo libertario y salieron a las calles armados con escopetas de caza y algunas pistolas. Los revolucionarios asaltaron el ayuntamiento y, tras desarmar a los alguaciles, izaron su bandera en el balcón principal. A continuación se dirigieron al cuartel de la Guardia Civil, logrando hacerse con el control del edificio, tras un intercambio de disparos.

         Ante la gravedad de los hechos fue enviada una compañía de la Guardia Civil para intentar controlar la situación. Cuando se acercaban a Mallén, sus efectivos fueron recibidos con disparos, provocando la muerte del Cabo D. Vicente Revilla y heridas a otro número de la Benemérita. También hubo heridos entre los sublevados, muchos de los cuales huyeron de la localidad. Fue clausurada la Casa del Pueblo, pero ante la actitud de algunos vecinos que volvieron a intercambiar disparos con las fuerzas del Orden, resultando muerto Bonifacio de Sola Arana, vecino de la localidad, fue preciso proclamar el estado de guerra.  El cadáver del cabo Revilla fue trasladado a Tudela en cuyo cementerio recibió sepultura. En su lápida se hace constar que “murió gloriosamente en Mallén”.

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