domingo, 23 de julio de 2017

Efemérides del 23 de julio

Falces. Vista general

El 23 de julio de 1752 fue nombrado Maestro de Capilla de la colegiata de Borja Salvador de Allo, natural de Falces (Navarra). Su designación fue anómala, porque las oposiciones para cubrir la plaza habían sido suspendidas por decisión del cabildo, pero los patronos de la fundación que proveía los fondos necesarios para la contratación de los maestros de capilla, decidieron elegirle, lo que finalmente fue aceptado por los capitulares en la fecha citada. Sin embargo, muy pronto surgieron problemas y fue amonestado por pretender que las lecciones que impartía a los “infantillos” tuvieran lugar en su casa. Más grave fue la denuncia presentada por un beneficiado, manifestando que había sido objeto de una agresión por parte del Maestro de Capilla. Como consecuencia de ello, a comienzos de noviembre de 1752 se tomó el acuerdo de despedirlo.



Cirauqui. Portada iglesia parroquial

Las expresiones de arrepentimiento y la petición formulada por Salvador de Allo hicieron que la decisión fuera reconsiderada, pero el hecho de que los votos favorables fueran once frente a diez contrarios, demuestra la división creada en el seno del cabildo. Finalmente, en 1773 abandonó Borja al haber sido nombrado organista de Cirauqui (Navarra).




El 23 de julio de 1921 el borjano Claudio Martínez Sanmartín se alista al Tercio de Extranjeros, a la Legión. La noticia puede parecer insignificante pero, en su momento, el semanario local Ecos del Moncayo destacó este hecho. Hay que tener en cuenta que España vivía la tragedia de la guerra en Marruecos y, poco antes, se había producido el desastre de Annual en el que murieron 13.000 soldados españoles, entre ellos seis borjanos Teodoro Martínez Murillo, Martín Alda Ballesta, Sebastián Nogués Sanmartín, Andrés Giraldos Gomara, Paulino Pellicer Andía y Leandro Aznar Romanos. Dados por desaparecidos sus nombres se fueron difuminando en el tiempo. Justo es que recordemos, como merecen, los que dieron su vida por España.



El desastre propició el derrumbamiento de nuestras posiciones en el norte de África y Melilla se vio gravemente amenazada. Cuando su caída parecía inminente, el 24 de julio llegaron desde Ceuta, por vía marítima, la I y la II Banderas de la Legión. Las mandaban el comandante D. Francisco Franco Bahamonde y el comandante D. Fernando Cirujeda Galloso, y la Legión salvó a Melilla. El entusiasmo fue indescriptible y nuevos voluntarios se alistaron para nutrir sus filas en esa nueva fuerza que había recibido a su primer legionario el 20 de septiembre de 1920 (fecha que se considera el arranque de la Legión, aunque había sido fundada unos meses antes). Poco después llegaron 400 catalanes desde Barcelona, lo cuales constituyeron el contingente más numeroso de aquellos primeros momentos. En ese ambiente, alimentado por el espíritu que Millán Astray había inculcado al Tercio de Extranjeros, el borjano Claudio Martínez Sanmartín, que ya tenía 33 años, se sumó a sus filas cuando se encontraba accidentalmente en Melilla. Aunque Ecos del Moncayo fijó su alistamiento el 23 de julio, es probable que se produjera tras la llegada de aquellas dos banderas.




Fue destinado a la 4ª Compañía de la II Bandera, la que mandaba el comandante Cirujeda y con ella participó en numerosas acciones. Intervino en la toma de Tizza, en la de Nador y en las acciones de Zeluán, Monte Arruit y Dar Drius. Tras catorce meses de campaña, en los que no sufrió ninguna herida, decidió licenciarse y volvió a Borja, donde había nacido en 1889 y de donde había partido siendo muy joven. Nada más sabemos de su historia, cosa frecuente en aquella Legión, pero le cabe el honor de haber sido el primer borjano en vestir el glorioso uniforme del nuevo Tercio.

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